Contar con unas buenas habilidades sociales y de comunicación es un factor de prevención ante todas las dificultades que se puedan presentar a nuestros alumnos a lo largo de su desarrollo, así como un factor de éxito en su futuro laboral y personal en el futuro.

Por ello es indispensable que nuestros alumnos tengan herramientas para analizar sus propias habilidades, tomar conciencia de en qué punto se encuentran y darles estrategias para poder mejorarlas. Aumentando con todo ello sus habilidades de comunicación, su capacidad para resolver conflictos con iguales o adultos de manera positiva y mejorando su satisfacción personal.

Además, en el fenómeno del acoso escolar o bullying, que todos los centros tienen la obligación de velar porque no se produzca en sus aulas, encontramos problemas de relación o afrontamiento en todos los roles: acosadores, víctimas y observadores.

Todos sabemos que es un fenómeno al que los responsables del centro muchas veces permanecen ajenos hasta que se llega a un nivel insostenible, por ello, es importante que nuestros alumnos tengan la capacidad de analizar críticamente las situaciones sociales, intentar reencauzarlas y saber cuándo hay que pedir ayuda a un profesor en nombre de la víctima. Los observadores son la clave para que en nuestras aulas nunca haya un solo caso de acoso